En un futuro devastado y colonizado por los que conocimos como «observadores», sin música, sin flora, con un Walter Bishop más desmemoriado que en anteriores temporadas (si es posible), despierta de un sueño y sale a la calle, donde prueba en un coche abandonado un cd entre otros muchos rotos: suena Only you de Yazoo y, con los ojos cerrados, parece que recuerda. Le cae una lagrimita, crece una flor entre las ruinas. ¿Se salvará la Humanidad? ¿O la salvará esa bala que da nombre al título más bello de un capítulo que recuerdo The bullet that saved the world?

En esta quinta temporada, nos encontramos con otro momento musical mágico: The man who sold the world del renacido David Bowie y los dos Bishop, ¿en qué puede convertirse el joven Bishop?

El Dr. Walter Bishop es el auténtico melómano de la serie (amante además de cualquier droga que expanda la conciencia): Jefferson Airplane, Janis Joplin, The Velvet Underground, Ray Lamontagne, The Kinks, Allman Brothers… son algunos de los grupos que suenan cuando él está en escena en las cinco temporadas que lleva (la quinta, que se emite actualmente, es la última).

Con la agente Olivia Dunham (sustituyó a Buffy cazavampiros como mi heroína), nos encontramos con grupos actuales: Radiohead, Sufjan Stevens, Neko Case, Interpol, Iron & Wine… Y con Peter Bishop (repite grupos con Olivia) Band of horses, Florence and the Machine, Cat Power, The New Pornographers, Grizzly Bears…

Excelente música, aunque el hilo conductor es de Michael Giacchino (habitual de JJ Abrams en Alias, Misión Imposible III, Super 8…), quien ganó en 2010 el Oscar a la mejor banda sonora por la peli de Pixar UP.

En Fringe (junto a Battlestar Galactica, mi serie de ciencia ficción favorita) nos encontramos con universos paralelos, líneas de tiempo diferente, saltos al futuro…, en cuatro temporadas fantásticas y esta quinta, en mi opinión, y a falta de que concluya, la peor de todas porque cambia el concepto y se convierte en una especie de nueva V: la Resistance contra los invasores. Pero solo por momentos tan conseguidos entre imagen y música como los de Yazoo y David Bowie, bien vale esperar cada semana impacientes por los subtítulos. Por la música… y por Olivia Dunham. O por las dos Olivias.