Con Breaking Bad y el narcocorrido de Los Cuates de Sinaloa, «Negro y Azul», comienza esta sección dentro del programa musical Tímpanos y Luciérnagas. La serie en la que un profesor de química (Walter White) al que se le diagnostica un cáncer terminal decide vender droga para que su familia no malviva tras su muerte. Del año 2008, creada por Vince Gilligan, coautor de «Negro y Azul» con Los Cuates, para mí arranca con fuerza en su segunda temporada, donde Walter White aka Heisenberg se convierte (o empieza el proceso) de transformarse en leyenda.
Y para su conversión en leyenda, este narcocorrido donde narran sus andanzas: «La fama de Heisenberg ya llegó hasta Michoacán». Un narcocorrido, cantado siempre en tercera persona, no se diferencia mucho de las baladas en honor a los bandidos del Oeste, de los trovadores medievales o de los romances de bandoleros españoles a lo Curro Jiménez. Sólo que en la actualidad pueden asesinar a esos cantantes de corridos, como ocurrió en Sinaloa a finales de 2011 con Diego Rivas o, en el mismo estado, en 2010 con El Shaka y en 2006 con Valentín Elizaldo (los raperos bling-bling producen cierta risa si uno se los imagina cruzando la frontera). Prohibidos por algunos gobernadores, en España los popularizó Pérez Reverte (para quien reflejan mejor la realidad mejicana que cualquier diario) y Los Tigres del Norte. Precisamente Pérez Reverte escribió una novela que es un narcocorrido, «La Reina del Sur», en cuya versión televisiva la canción de los títulos de crédito también la cantaban Los Cuates de Sinaloa. Prohibiciones o no, se trata de un género al que no queda mucho para cumplir un siglo, ya que se considera «Por morfina y cocaína» (la historia de unos contrabandistas presos), del año 1934, escrita por Manuel Cuellar Valdez, el primero en su especie.
Breaking Bad, como ocurre con Mad Men, ha trascendido el mundo serie; pero mientras la segunda ha acaparado revistas de moda, nostalgia de humo y cocktails; la primera se ha convertido en fuente de inspiración de multitud de artistas callejeros que han escogido como icono a Walter White y a Jesse Pinkman.
¿Se le reservará en Breaking Bad a Walter White (Heisenberg) el destino que le auguran Los Cuates de Sinaloa: «Ese compa ya está muerto. ‘Nomás’ no le han avisado».
Como extra añadimos la adaptación que hizo la gente de Malviviendo para uno de sus capítulos:
Imagen: Tom Parrott.